BARRACA

La hoy todavía superviviente discoteca Barraca se ubica en el núcleo de población de Les Palmeres, perteneciente al municipio de Sueca (Valencia). A lo largo de la historia, Barraca ha sufrido numerosos cambios, tanto en arquitectura como en tendencias musicales, así como también amagos de cierres, robos de parte del letrero exterior principal, o, incluso trágicos sucesos como el asesinato que se cometió en 2009. Nada ha podido con la mítica sala en sus más de 50 años de historia.

La sala fue considerada como ka discoteca de mayor importancia de la mal llamada “Ruta Destroy» o «Ruta del Bakalao» -el nombre por el que, posteriormente, se conoció a la fiesta de por entonces, ya que por aquellos tiempos nunca fue llamada así, la gente salía solo de fiesta-, muy cerca de la discoteca Chocolate, que muy pronto abrirá sus puertas, de nuevo, en 2022.

EL ORIGEN DE BARRACA:

En sus inicios, la sala era una típica barraca valenciana, de ahí de su nombre. El proyecto es de Albert Piron, un belga afincado en Cullera. Debido al éxito que tuvo, las diferentes ampliaciones y reformas realizadas a lo largo de los siguientes años buscaban poder acoger al mayor número de personas posible.

 

En la actualidad, el propietario del edificio es el mismo que desde los años 70, Constancio Cutanda Perales, hombre que falleció y ahora son sus hijos, Constan y Chus, quienes gestionan con quien explota la discoteca.

Tal y como podemos ver en una publicación del archivo de Sueca del 7 de julio de 2019«Todo comienza el 12 de marzo de 1968 cuando Albert Piron, de nacionalidad belga y vecino de Cullera, solicita al Ayuntamiento de Sueca información para comprar unos terrenos de dos fanegadas aproximadamente a la entrada de la avenida de les Palmeres y construir una barraca típica valenciana. La finalidad de aquel edificio, en palabras de su promotor, era “para el turismo”. Piron quería hacer un restaurante y una boite o sala de fiestas, que ocuparía el total de 450 m2, destinándose el resto del terreno a aparcamiento.

En respuesta a la solicitud de información de Piron, el arquitecto municipal, que por entonces era José Luis Serrano Ferrando, informó, el mismo día en el que se registró la instancia, estar a favor de este proyecto con un argumento breve: simplemente dijo que en la zona marítima de Sueca se necesitaban espacios de diversión como el que Piron proponía.

Poco tiempo más tarde, un mes, el 30 de abril del mismo año (1968), Piron, que ya era propietario de los terrenos, solicita oficialmente la licencia para la construcción de la Barraca Valenciana-Sala de Fiestas, encargándole al mismo José Luis Serrano, que ya no era oficialmente el arquitecto técnico municipal, el diseño del proyecto de la barraca.

En ese momento, el arquitecto municipal de entonces, Julio Bellot, informó de manera negativa y desfavorable sobre la licencia para hacer el proyecto de la barraca, todo ello tras dar una opinión contraria a la de José Luis Serrano. En su informe era contundente, ya que decía que de ninguna manera se podía permitir en la zona de la huerta ninguna edificación que no fuera agrícola; por tanto, no se tenían que conceder licencias para otras edificaciones y menos para este edificio, per la proximidad con el acceso a las Palmeres.

A pesar del informe claramente desfavorable de Bellot, la Comisión de Fomento autorizó la construcción y procedió a la licencia oportuna para la barraca de Albert Piron. En la memoria del proyecto, firmado en abril de 1968, Serrano describe el edificio con poco detalle: la planta baja está compuesta por una pérgola en la entrada, bar, almacén, vestidor de servicio, sala para discos y una pista de baile con “tablao” para la orquesta en un recinto cerrado por los laterales y al aire libre. La planta primera, destinada a salón, se abre a la planta baja por medio de unos balcones.

Proyecto discoteca Barraca 1 de 6. Fuente https://arxiu.sueca.es/pagina/juliol-2019-barraca-valenciana-sala-festes
Proyecto discoteca Barraca 2 de 6. Fuente https://arxiu.sueca.es/pagina/juliol-2019-barraca-valenciana-sala-festes
Proyecto discoteca Barraca 3 de 6. Fuente https://arxiu.sueca.es/pagina/juliol-2019-barraca-valenciana-sala-festes
Proyecto discoteca Barraca 4 de 6. Fuente https://arxiu.sueca.es/pagina/juliol-2019-barraca-valenciana-sala-festes
Proyecto discoteca Barraca 5 de 6. Fuente https://arxiu.sueca.es/pagina/juliol-2019-barraca-valenciana-sala-festes
Proyecto discoteca Barraca 6 de 6. Fuente https://arxiu.sueca.es/pagina/juliol-2019-barraca-valenciana-sala-festes
Flamenco en la antigua discoteca Barraca

Seguramente, a petición de Piron, porque el estilo no es para nada habitual de Serrano, la sala de fiestas era una réplica mejorada del típico habitáculo de los labradores de la huerta valenciana: un edificio humilde, de planta rectangular, pocas ventanas y pequeñas, con una cubierta a doble vertiente puntiaguda de cañizo y paja y, además, coronada por una cruz.

El edificio, de arquitectura sencilla, le costó a Piron un total de 736.575 pesetas, de acuerdo con el presupuesto del proyecto, además de la compra del terreno que no consta en el expediente.

No se sabe exactamente cuando se finalizaron las obras de la barraca, pero la polémica acompañó también años después. En el mismo expediente hay un requerimiento a Piron, iniciado por el aparejador municipal Vicente Tornero Nácher en mayo de 1971, en el cual el técnico informa que se están realizando obras sin licencia, concretamente se estaba cubriendo con uralita una superficie de 107,50 m2.

Este requerimiento destapó otras irregularidades y motivó una inspección por parte de Tornero en la barraca, donde se descubrieron diferencias respecto a la licencia del año 1968. En el informe se dice que, de acuerdo con el proyecto de José Luis Serrano, la superficie edificada debía ser de 270m2 en planta baja repartidos longitudinalmente de la siguiente manera: 5 metros de pérgola, 20 metros de barraca y 12 metros de pista de baile al aire libre. Pero en realidad, la pista de baile se había cubierto parcialmente con 206,54 m2 de techo prefabricado y se había ampliado 156,85 m2 descubiertos. Además, para hacer esta ampliación ilegal, se había ocupado un terreno de 50 m2 de propiedad municipal, por la cual cosa la Comisión Municipal Permanente requirió a Piron dejar libre en 8 días la parcela municipal que había ocupado y legalizar las obras realizadas.

Parece ser que el éxito del local impulsó a su propietario a realizar reformas para ir ampliándolo, de hecho, durante los años, 70 se utilizó para realizar bodas».

Información extraída de las imágenes de a continuación. Fuentes que han tomado información del Archivo Histórico Municipal de Urbanismo, del año 1968, en concreto de la caja del año 1968 del expediente 138.

El Naixement de Barraca, 7 de julio de 2019.
El Naixement de Barraca, 7 de julio de 2019.

EL BOOM DE BARRACA:

Junto a otro local cercano del Perellonet, llamado Cala, se empezó a formar la nueva tendencia de lo que tendría que venir. Era, por aquel entonces, típico desplazarse a las localidades colindantes, como Sollana, Alzira, Algemesí o la propia Sueca, para disfrutar de la nueva moda de disfrutar de lo que empezaría a ser “la noche valenciana”.

 

Con las diferentes reformas se añadieron más pistas, hasta un total de cuatro, que son las que dispone la sala hoy en día. Su pista más vieja es sobre la que se sitúa la que tiene forma de barraca y que, en 2007, sufrió una reforma profunda.

A lo largo del tiempo, la barraca original fue absorbida por otras edificaciones, sobre todo durante los años 80 y 90, en los cuales la Discoteca Barraca se convirtió, por suerte o por desgracia, en un referente de la Ruta Destroy o Ruta del Bakalao. En aquellos años, la gran afluencia de jóvenes venidos de toda España desbordó la capacidad del local y obligó a realizar varias intervenciones y ampliaciones a los nuevos propietarios, actuaciones que iban cubriendo el edificio original del año 1968.

Barraca está ligado a lo que muchos conocen como la Ruta del Bakalao -nombre posterior, nunca conocida así en aquellos tiempos-, aunque otros, en cambio, prefieren llamarla la Ruta Destroy; pero hay quienes que, queriendo unir el legado musical de aquel entonces para no desvirtuar su nombre e incluyéndola junto a otro «tipo de movida», la llamaron La Movida Valenciana, formando parte de esa época de los 80 llena de rock y pop en Valencia, donde destacaron Armas Blancas, Betty Troupe, Comité Cisne, Kadetes, Los Inhumanos, Mamá Ya Lo Sabe, Manía, Orfeón Brutal, Polvos De Talco Baxter, Presuntos Implicados, Seguridad Social, Video, Zarpa y muchos otros más uniéndose a la Movida Madrileña y otras tantas más.

Barraca fue uno de esos lugares donde los conciertos, y la música de por aquel entonces en cabina -años más tarde-, consiguiera que el legado de musical de aquellas discotecas míticas sea grande y todavía recordado, aunque diferenciado por épocas, ya que su declive comenzó en el 1993, con lo que ya era habitual -las drogas y las muertes en carretera-, además de la Ley Corcuera y la publicidad que le dio la prensa por entonces para acabar con lo que se estaba convirtiendo en la llamada «ruta de la muerte», tal y como la bautizaron muchos periódicos de época. 

Fuente: davidark71.blogspot.com
Fuente: davidark71.blogspot.com

Años antes, aquella ruta fue el resurgir de un país, España, y en concreto de una Comunidad, la Valenciana, que recién salida de una transición democrática tras la época franquista, trataba de adaptarse a conocer nuevos mundos y a descubrirse ella misma en todas las facetas y ámbitos.

De arriba izquierda hasta abajo: Barraca, Chocolate, Puzzle, NOD, Spook Factory, ACTV, Heaven, Espiral y The Face. Fuente: haymadremia.blogspot.com
De arriba izquierda hasta abajo: Barraca, Chocolate, Puzzle, NOD, Spook Factory, ACTV, Heaven, Espiral y The Face. Fuente: haymadremia.blogspot.com

Aquella ruta será conocida por sus fiestas, por su gente y su música, además de aquellas salas, pero también será recordada por sus desvaríos, sus excesos y en muchas ocasiones, por el desconocimiento al mundo de la droga. El ocio nocturno vivió en Valencia su particular era del “destape” tras el franquismo y con la llegada de la transición, y Barraca fue su referente (sobre todo en las sesiones de sábados noche y domingos tarde). La adaptación e importación de tendencias musicales en España era presente en muchas de las cabinas de aquellas personas que marcaron una época en la vida de miles de valencianos.

Fuente: fuckyeahurbantribes.blogspot.com.es
Fuente: fuckyeahurbantribes.blogspot.com.es

Debido al éxito que tuvo, la ampliación que tuvo a lo largo de los años fue, al principio, adhiriendo carpas para poder acoger al mayor número de personas posible y más tarde, añadiendo pistas. Su pista más vieja es sobre la que se sitúa la que tiene forma de barraca y que en 2007 sufrió una reforma profunda.

Lo cierto es que sus inicios fueron extraños, ya que tras abrir como tienda en sus orígenes, pasó a convertirse en tablao flamenco y poco después en discoteca aprovechando el boom turístico que por esos años ya empezaba a ser notable en nuestra tierra y que junto a otro local cercano del Perellonet, llamado Cala, se empezó a formar la nueva tendencia de lo que tendría que venir. Era, por aquel entonces, típico desplazarse de las localidades colindantes como Sollana, Alzira, Algemesí o la propia Sueca, para disfrutar de la nueva moda de disfrutar de lo que empezaría a ser “la noche valenciana”.

Fue en el año 1987, en Navidad, cuando el murciélago de Spook Factory alzó su primer vuelo. Por aquel entonces ya funcionaba Barraca y Chocolate, aunque para los más cercanos a la capital aquello quedaba muy lejos. Spook fue recibida de buen agrado no solo por su cercanía, sino también por ser innovadora y por su carácter musical, por ser conocida, por muchos, como una discoteca de culto. Aquel milagro que estaba proliferando se había iniciado en Sueca, gracias a Chocolate y Barraca, y traía consigo nuevos estilos ampliados a otro tipo de público y un horario más flexible.

Dado que Barraca cerraba más pronto que Chocolate, y ésta última más pronto que Spook, la discoteca del murciélago acababa siempre acogiendo al público que venía con ganas de continuar la fiesta. Barraca, al igual que Spook, también acogió numerosas personalidades del momento, así como desconocidos por entonces y que ahora son famosos (actores de cine español, cantantes, etcétera), ya que a la discoteca no solo se acercaba público normal.

Cabe recordar que Barraca permaneció cerrada durante un corto periodo de tiempo en los años 80, al igual que Chocolate, ya que el ayuntamiento de Sueca condenó al cierre momentáneo las dos salas. Circunstancia que aprovechó la recién nacida Spook, que recibió la gran “inyección” que necesitaba para atraer gente.

La realidad fue que Barraca y Chocolate estuvieron, una temporada por legislación de Sueca, cerrando media hora antes y volviendo a abrir en horario matutino, una forma de evitar la legislación.

Foto de Quebec (m.forocoches.com)
Foto de Quebec (m.forocoches.com)

DIFERENTES ESTILOS MUSICALES HAN PASADO POR BARRACA:

En épocas más recientes los barraqueros han podido ver, oír y bailar a grandes estrellas de primera linea como Ricardo Villalobos, Richie Hawtin, Loco Dice o Marco Carola por nombrar aquellos artistas de cachés astronómicos. Pero si nos ponemos con la lista podríamos tirarnos hasta las mil completándola con nombres como Jeff Mills, Alexander Kowalsky, Laurent Garnier, Kevin Saunderson, John Acquaviva, Tale Of Us, Marcel Dettmann, Dubfire, Joris Voorn, Maceo Plex, Paul Ritch, Dan Ghenacia, Scuba, Marc Houle, Ben Sims, Tiga, Oxia, Sven Vath, Misstress Barbara, Tania Vulcano, Oscar Mulero, Ellen Alien, Magda… Sin olvidarnos de las grandes noches a cargo de sus dj’s residentes Danny Fiddo, David Verdeguer, J.M. Aboga, Pedro Bol Sergio Máñez y Javi “Nano”. Sin duda, la lista es interminable y llena de calidad!

 

https://thebasementxxx.com/

Los djs de los 70 de Barraca fueron Enrique Cuquerella, Eugenio Vidal, Enrique Segarra -que luego fue propietario junto con los dueños de Barraca de la discoteca Molí en Sueca- o Pascual Ferrando.

Por su cabina ha pasado todo un mundo de estilos diferentes de música y tendencias, donde destaca la llegada a la cabina de Barraca -no sabemos si a finales de los 70 o principios de los 80- de Juan Santamaría, que venía de pinchar en locales de Valencia como Oggi, Metrópolis o Distrito 10. Antes de su llegada, la discoteca poseía unas tendencias musicales más provenientes del jazz, funky y otras raíces, además de haber acogido en su historia y etapas posteriores el pop-rock, new romantics, mods, punks y otros estilos, donde era posible escuchar a los Sex Pistols, Spandau Ballet o los Simple Minds. Fue, gracias a él, donde comenzaría la nueva tendencia de la llamada “era electrónica”, donde las mezclas eclécticas se combinaban con estilos que iban desde el jazz, el punk y hasta la ópera, para formar una nueva tendencia que por aquel entonces estaba marcando estilo en ciudades como Manchester.  

La residencia de la mítica discoteca ha estado regentada por nombres como Carlos Simó -el dj principal hasta el 86, el más genuino-, Luis Bonías, Danny Fiddo y Víctor Fletcher, por poneros algunos ejemplos, y dj´s de talla internacional han pasado por su cabina, como Sven Väth, Valentino Kanzyani, Kevin Saunderson, Richie Hawtin, Troy Pierce o François Kervokian, además de haber acogido conciertos de Lou Reed, Killing Joke, New Model Army…

En 1980 llega a los platos de la cabina de Barraca el dj Carlos Simó. Con él la evolución se haría total. Carlos Simó decide apostar por los nuevos sonidos que en ese momento aparecen a escondidas en el panorama musical mundial. Definitivamente se apuesta por las nuevas tendencias, música synth-pop, la primera electrónica y la new wave de guitarras blancas en detrimento de la música disco, considerada por la juventud valenciana de la época como música garrula y antigua, aunque eso sí dejando caer de vez en cuando pinceladas funky o temas clásicos del soul. Toda esa mezcla hacía de las sesiones de sábado noche de Barraca una cosa única en todo el Estado español.

 

Era, por tanto, posible escuchar en las noches barraqueras música de formaciones como Human League, Sex Pistols, The The, Tom Waits, Camouflage, Kraftwerk, Dream Sequence, Spandau Ballet, Simple Minds, Talk Talk, Joy Division/New Order, The Smiths, Happy Mondays, A Splint Second, B Movie, Pink Floyd, Ramones, Depeche Mode, Supertramp, New Model Army, Radio Futura, Gary Numan, etc. Barraca pasó a convertirse en punto de encuentro para todas las tribus urbanas que poblaban Valencia. Tanto new romantics, mods, punks, rockers, etc., se reunían en un ambiente de total sintonía. Si en Valencia capital el encuentro de miembros de dichas bandas acababa casi siempre en pelea (el odio entre unos y otros era total), Barraca fue un lugar de tregua, en el que lo importante era vivir la música y sentirse libres de la sociedad por unas horas.

 

Hay que tener en cuenta que este hecho fue posible en Valencia por varios motivos, entre ellos la situación prácticamente underground de la ciudad respecto a las grandes urbes nacionales como Madrid o Barcelona tras el final de la dictadura y el paso a la democracia del país. En Madrid todo giraba alrededor de la Movida, formada por los grupos españoles que se formaron tras la dictadura con ganas de experimentar y componer una música libre de censuras y controles por parte del gobierno. Mientras, Barcelona se encontraba todavía muy en primera plana, muy a la vista, como para poder generar una revolución musical como la vivida en Valencia.

 

Extrapolándolo al Reino Unido, podríamos decir que Madrid y Barcelona representaban a las grandes ciudades británicas de la cultura, como eran Londres y Liverpool. En cambio, Valencia sería comparada rápidamente con el Manchester de finales de los setenta, el Manchester de los Sex Pistols, Joy Division (que poco después y tras el suicidio de su líder Ian Curtis, se convertirían en New Order), The Smiths, Happy Mondays, etc., y por tanto Barraca sería el club equivalente al famoso Hacienda. Tanto los jóvenes de Manchester como de Valencia buscaban su lugar en un mundo en el que todo giraba alrededor de las grandes capitales y lo socialmente aceptado como moderno. Era por tanto un público nihilista y abierto plenamente a las nuevas tendencias tanto musicales como culturales. Barraca comenzó a ser frecuentada por gente muy diversa, estrambótica en muchos casos, de distinta clase social (desde el llauraor de pueblo hasta el más pijo de la capital), de diferentes edades y también se convirtió en uno de los primeros locales en los que no importaban las tendencias sexuales de los asistentes, viéndose por sus pistas a los primeros drag-queens de Valencia. Barraca pasaría a albergar también importantísimos conciertos de grupos como New Model Army, Lou Reed, Killing Joke…

 

www.makinamania.net

EL 50 ANIVERSARIO QUE NO FUE 50 ANIVERSARIO:

  • El 6 de diciembre del año 2015 se celebró, de manera errónea, el 50 aniversario de Barraca. Sin embargo, hubiera sido más correcto celebrarlo durante la primavera o verano de 2018. Ahora, en 2021, se sigue anunciando, de manera errónea, el 56 aniversario. Lo correcto sería el 53 aniversario.

El pasado 6 de diciembre de 2015, la mítica discoteca Barraca cumplió 50 años, o así confirmaba, al menos, la discoteca. Para tal celebración, se contó con la asistencia de Richie Hawtin, uno de los dj´s más prestigiosos a nivel mundial y que dio “rienda suelta” a todos los asistentes a la fiesta.

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Cartel Barraca 50 aniversario 2015

Lo cierto es que, como ya hemos mencionado antes, el 50 aniversario debió celebrarse en 2018 y no en 2015, tras aportar el escrito e imágenes de antes.

Chocolate

  • Saqueada y en ruinas, en absoluta dejadez. Así se encuentra la discoteca que fue, para muchos, la Catedral de la música: Chocolate (este artículo fue escrito en septiembre de 2017, pudiendo cambiar a día de hoy la situación de venta o estado de la antigua sala).

Hace unos años os hablé, en otra revista comercial en mayo de 2015, de la venta del solar donde se ubicaba la antigua discoteca Chocolate por un total de 352.000 euros (no así la marca comercial, que sigue ofreciendo fiestas y que pronto celebrará el 37º aniversario de Chocolate). Quizás, por entonces, pude despertar el interés de algún nostálgico que pensaría en llamar a la inmobiliaria y comprar aquel terreno de 8.000 m2, incluida la construcción de 1200 m2, donde se ubicaba la Catedral de la música. Pero la cosa no fue así.

A día de hoy sigue abandonada, a su suerte, y como bien diría Raúl Antón Comico, «se está cayendo el Chocola, nano». No obstante, para quien tenga dudas y para corroborar el destino que está corriendo la antigua sala, hace pocos días pude ver unas fotografías de un amigo dj, Ivan Jarque, del estado actual, quien amablemente nos cedió las fotografías para comprobar lo que muchos saben: en ruinas y saqueada, la misma fortuna que corrió The Face antes de ser derribada. 

Lejos queda la memoria de la que, para muchos, fue la Catedral de la música. Una discoteca que de sobra era conocida por aquel lema de «no digas sábado, di Chocolate». Pero, como todo un comienzo para poder conocer lo que fue, cabe decir que Chocolate no fue la primera en abrir en la ya archiconocida Ruta del Bakalao o Ruta Destroy, aunque sí fue la primera en poner conciertos por la mañana.

La historia comienza allá por el verano de 1980, donde bajo el nombre de “Chocolate Cream” y a muy pocos metros de la mítica Barraca, en lo que fue un antiguo secadero y almacén de arroz de Les Palmeres, una pedanía de Sueca, abría una sala capaz de hacerse un hueco en la noche valenciana y atraer gran cantidad de público. Aquellos conciertos tenían una peculiaridad: al principio se programaban al hacerse de día, a las 7 de la mañana, algo inédito por aquel entonces, y que además suponía una continuación del cierre de la sesión nocturna.

Durante sus primeros años su fachada estuvo decorada en honor a su nombre, de color marrón oscuro y chorretones de nata sobre chocolate, cayendo de la parte superior, al más puro estilo del cuento de Hansel y Gretel, tal y como podéis ver en la siguiente foto donde en la puerta de entrada habían bastones de caramelo. Incluso la decoración interior tenía un toque de fantasía.

Fuente: www.playgroundmag.net
Chocolate Cream. Fuente: http://www.playgroundmag.net

Al poco tiempo de su apertura, unos pocos años después, su nombre se simplificaría a Chocolate, reformándose su interior para dar una mayor importancia a la sala de baile y dejar atrás la primera etapa pura y dura de conciertos. En esta nueva etapa, su dj residente fue el conocido, de sobra, «Toni el Gitano», de nombre Toni Vidal, quien dio a la sala una personalidad musical más oscura atrayendo a un público diferente. Al cabo de los años, en 1986, Toni Vidal fue sustituido por José Conca, un joven que todavía no tenía la mayoría de edad y que provenía de Looping, el primer after de la ciudad de Valencia, donde cabe destacar, además, que ya desde esa etapa la sala servía de continuación de la fiesta para muchos barraqueros por cerrar más tarde.

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Fuente: http://rutadestroy.com/

José Conca estaría, nada más y nada menos, 16 años al frente de la cabina como residente, hasta 2002. Tal y como nos detallan en discotequeros.com, en un extenso y gran artículo sobre la historia de la sala, con la llegada en los 80 de Conca a la cabina, el estilo musical de Chocolate se volvía mucho más transgresor, oscuro y duro que en sus inicios, apostando por el pop-rock gótico, el sonido industrial y el que provenía de los Países Bajos: el EBM (Electronic Body Music). Quienes nos hablan también muy bien de los inicios de la sala y de toda la música que allí podía escucharse en sus inicios son los chicos de theBasement.
https://www.youtube.com/embed/8EjIF9KgyOs
Atrás queda la nostalgia ochentera y noventera, las épocas doradas de la discoteca (con sus respectivos estilos y gente tan dispar que acudía), y todo lo que recuerda a ella, como su mítico logitipo del soldadito o su himno, el «In the Hall of Mountain King», de Erasure, que sería reversionado diferentes veces a lo largo de los años, siendo la más famosa la de 1994 de «Razzia» con «This Club Is Closed Forever». De él, y su historia, bien habla el propio José Conca, diciendo que el mismo junto con Barry lo reversionó en 1991. 
https://www.youtube.com/embed/dqIKmirUgCQ
Tampoco cabe dejar en el olvido el que es conocido como el segundo himno de la sala, aquel que cerraba sesiones los sábados por la noche: el tan querido Let Yourself Go de DLM. Por cierto, el propio Conca detalla, de nuevo en un artículo de su web, la renovación musical de la discoteca con la muerte anunciada de la ruta (quizás así comprendáis como funciona esto del mundo de la noche a nivel empresarial).

Chocolate tuvo diversos cierres, el primero de ellos el 6 de noviembre de 2004, donde la despedida fue tan masiva que desde ese momento la sala adopta la forma de abrir sus puertas una o dos veces al mes, teniendo como principio de estas fiestas el 25 de diciembre de ese mismo año. La misma forma de aperturas mensuales continuaría hasta diciembre de 2007, momento en el cual cierra sus puertas definitivamente.

Hubo una intentona desde 2008, con un nuevo propietario y equipo al frente, reformando la sala por completo, tanto exteriormente como interiormente, manteniendo fiestas mensuales hasta los principios de nuestra década, más o menos, pasando a llamarse QoQoa y manteniendo la fórmula de las fiestas mensuales.

Muchos hemos crecido, como el aquí presente que os escribe, entre sonidos transgresores gracias a algún familiar; vivido la adolescencia entre la música tardía (última etapa) de la Ruta del Bakalao; o, ya por fin, recorrido fiestas con los nuevos sonidos del jumper, el hardcore o el newstyle, música con la que Chocolate se fue adaptando también a finales de los 90 y principios del nuevo siglo. 
https://www.youtube.com/embed/9fTJCzL6Yyk

Saludar a toda esa gente del gallinero, con la que a veces tenías alguna riña pero que siempre había buen rollo; subir en el autobús que llevaba a la discoteca desde el pub que recibía su mismo nombre en la población de Aldaya; que te cortasen el agua en los baños todas las noches de fiesta para que tuvieras que ir a morir a la barra a pedir; o que los seguridades no te permitiesen, ni tan siquiera, atarte un momento las zapatillas en las escaleras de la entrada (sí, y blancas además, algo impensable para ahora entrar así en cualquier local de ocio), son solo algunos de los recuerdos que un servidor tiene de aquellas noches de buen rollo y de la que todavía sigue siendo, para muchos de nosotros, la Catedral de la música. 

LAS SIGUIENTES FOTOGRAFÍAS SON DE HACE APENAS UNOS DÍAS: 

Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque
Estado de la discoteca Chocolate. Foto cedida por Iván Jarque

EL SIGUIENTE VÍDEO ES UNA EXPLORACIÓN URBANA EN EL INTERIOR DE LA DISCOTECA EN MAYO DE 2017: 
https://www.youtube.com/embed/SZOWiZP5V0w

Para los nostálgicos, y todo aquel que quiera conocer más sobre la ruta, puede leer el artículo de djmag.es.

A la vanguardia desde 1980.

Corría el verano del ochenta en Les Palmeres, una pedanía de la localidad Valenciana de Sueca. En un antiguo secadero y almacén de arroz, y con un diseño revolucionario y vanguardista inspirado en la casita de chocolate que aparecía en el cuento de Hansel y Gretel abrió sus puertas lo que hoy es, sin duda, un santuario de la electrónica en la escena nacional; Chocolate.

Desde el primer día se convirtió en un punto de peregrinación donde grandes cantidades de publico se evadían en este edén del mundo real al que estaban ligados de Lunes a Viernes. Lejos de ofrecer una sesión al uso, Chocolate fue la primera discoteca en programar conciertos a partir de las 7 de la mañana, algo inédito por aquel entonces y que además suponía una continuación a la sesión nocturna.

Apostando por los sonidos más oscuros y góticos, siguiendo una línea de eclecticismo musical Chocolate se convirtió en un lugar de peregrinación con un publico tolerante, abierto y tremendamente hedonista.

La música iba a la par con la ambientación, una sala de iluminación tenue en la pista de baile condo Toni Vidal, más conocido como Toni El Gitano ponía ritmo y melodía a los primeros años de la sala, pinchando a gente como Bauhaus, Art of Noise, Throbbing Gristle, 400 Blows, Cabaret Voltaire, 1000 Mexicans, Anne Clark, The Lords of the New Church y muchas otras rarezas de corte mayoritariamente siniestro y oscuro, tanto en temas de guitarra como en temas electrónicos (en muchos casos electrónica y rock experimentales), aunque no faltaron sonidos más rabiosos como los Ramones, The Cramps o The Meteors.

Con la entrada del siglo 21, y después de vivir otra etapa dorada durante los años 97, 98, 99 y 00 las nuevas generaciones tanto artísticas como administrativas tomaron el testigo del relevo en el santuario, con Victor Conca, Héctor Alias, Dani Polo, Alberto Suarez, Oskar 41 o Juanfran en la cabina, y con Karina, Carlos “El Nata” o Juan Alfa en la parte administrativa.
Pocos años más tarde, en Noviembre de 2004 se marcaría la fecha final para Chocolate. Ese día y para recordar toda la historia de la sala acudirían a pinchar casi todos los DJ’s que en algún momento de su vida habían sido residentes. Con un horario especial que se alargaría hasta más allá del mediodía, se celebraría la última gran fiesta de la mítica discoteca. El lleno es total, hacía años que no se veía algo así, todos los DJs sacarían lo mejor de sus maletas para el que en algún momento de su carrera había sido su público.
Este hecho llega a aparecer en la prensa y sirve para demostrar a la dirección que Chocolate debía seguir abriendo sus puertas. Así lo considera y decide que a partir de entonces la discoteca abriría una vez al mes, dos a lo sumo, para poder congregar siempre que abriera a un mayor número de Chocolateros, consiguiendo durante los siguientes años que la discoteca mantuviera la sala en buen estado de forma con ésta formula.

Después de 26 años, la discoteca cambia de dueño y por tanto también de dirección dejando Artemio Guardiola y Vicente Val de ser las caras más representativas de Chocolate. La nueva dirección con Lorenzo Monzó decide realizar grandes cambios para intentar asentar definitivamente en la nueva escena nocturna a la discoteca, llevando como estandarte al prestigioso sello Contraseña Records junto con la parte más agresiva en su división C.H.R, donde artistas como Bassdrum Project, Alex Gimenez, DJ Ogalla o Paco Rincón publicaron muchos de los tracks que hoy en día siguen sonando, llegando a atravesar las fronteras y creando una sinergia con la escena internacional más hard. De esta forma, artistas como DJ Coone, Mystery, Poogie Bear, Mark V o Da Tekno Warriors actuarían en diferentes ocasiones en el santuario electrónico de Sueca. Más adelante, con el paso del tiempo y debido en gran parte a la crisis de público derivada por el cambio radical de las modas, Chocolate se vería obligado por segunda vez a cerrar sus puertas.

Es entonces cuando entra en escena el joven Salvador Fortea, nacido y crecido en el pueblo de Sueca y fiel practicante de la religión Chocolatera, quien adquiriría la sala y marca para llevar a cabo uno de sus mayores sueños; perpetuar el espíritu de la Catedral de la Música. Él, junto con Juan Alfa, quien por aquel entonces ya llevaba más de 10 años como director de seguridad y relaciones públicas, emprendieron un nuevo camino que no han abandonado hasta la fecha, llevando a Chocolate y su marca al punto en el que merecen.

Durante los años siguientes azotada por la gran depresión del 2008 Chocolate se ve, al igual que la mayoría de las salas de Valencia, muy afectada por la crisis y en el año 2012 cierra de nuevo sus puertas. Aunque este hecho no hizo que la ilusión y el esfuerzo por cumplir aquel sueño desaparecieran sino todo lo contrario. El proyecto de Chocolate se renueva y se adapta a los tiempos que corrían, dando paso a una nueva generación tanto artística como tecnológica y añadiendo al equipo de residentes que formaban Oskar 41 y David DTX a Dani Polo junto con Alex Beat para una vez más, acoger a todas y cada una de las generaciones criadas a golpe de bombo y platillo.

Desde 2012 hasta 2020 la marca Chocolate realiza diversos eventos en salas y espacios de Valencia hasta llegar a instalar su base de operaciones en la Discoteca Don Julio, y más adelante en Spook, donde se consolidaría el proyecto de marca dando lugar a eventos con una gran asistencia de público mestizo y hermanado, con gente de las cinco

Spook

Año 1984. Se acercaba la Navidad, una vez más, a Valencia, solo que en esta ocasión las personas de aquel momento serían testigos directos de uno de los grandes regalos del momento, del nacimiento de un mito, del primer vuelo del murciélago: Spook Factory. Nacía una leyenda. El lugar donde se iba a ubicar la que todavía hoy sigue siendo leyenda viva sería en Pinedo, sobre los cimientos de una antigua discoteca de los 60: la discoteca San Francisco de Pinedo, un local de música tranquila para, principalmente, parejas. Más de uno se quedaría sorprendido ante el cambio radical en la primera sesión del vuelo del murciélago, si uno era asiduo a San Francisco. 

Por aquel entonces ya funcionaba Barraca y Chocolate, aunque para los más cercanos a la capital, aquello quedaba muy lejos. Spook fue recibida de buen agrado no solo por su cercanía, sino también por ser innovadora y por su carácter musical, por ser conocida, por muchos, como una discoteca de culto. Aquel milagro que se había iniciado en Sueca, con las otras dos discotecas de la gran ruta, traía consigo nuevos estilos ampliados a otro tipo de público y un horario más flexible.

Por un lado resulta que Spook fue la primera en tener el horario partido en dos. En aquel momento, para cumplir con la legislación vigente, la sala tenía que cerrar durante media hora a las 6 de la mañana, para, poco después, volver a abrir hasta mediodía con la sesión matinal. Cuentan por muchos foros que aquello era “una verdad a medias”, puesto que en realidad tan solo se apagaba la música la gran mayoría de veces y hacían tiempo en el interior de la sala.  Spook sería, por tanto, la primera sala con sesión matinal  de manera “oficial” en la península, ya que en las islas, en Ibiza, ya contaban por entonces, y anteriormente, con Amnesia.

Fuente: rutadestroy.com
Fuente: rutadestroy.com

Dado que Barraca cerraba más pronto que Chocolate, y ésta última más pronto que Spook, la discoteca del murciélago acababa siempre acogiendo al público que venía con ganas de continuar la fiesta. Pero no solo público normal, ya que por la sala pasaban asiduamente tanto dj´s de otras salas  como famosos de la talla de Pedro Almodóvar, Tino Casal, Javier Bardem, Antonio Banderas, Carmen Maura, Miguel Bosé y, seguramente, un largo etcétera que quiso vivir de cerca aquella explosión de música y auge de Spook.

Su nombre, Spook Factory, le vino dado por una decisión conjunta del equipo de gerencia e imagen, tras aunar propuestas muy estudiadas entre ellos. Por un lado la palabra Spook, que podría significar, en castellano, espectro o fantasma, vendría influenciada por el sonido que allí se escucharía, además de ser lugar de visita nocturno y muy asociado a Valencia, sobre todo por el logotipo del murciélago; y por otro lado estaba «Factory», que venía dado por «The Factory», un club nocturno ubicado en Hulme, Mánchester, fundado en 1978 por Tony Wilson, Alan Erasmus y Alan Wise, queriendo trasladar aquellos gustos musicales y rendir culto inglés en las tierras valencianas. 

En cuanto a los estilos, bueno, cabe decir que esto fue lo que para muchos definió a la sala: el EBM (Electronic Body Music). Muchos lo consideran un movimiento, otros un estilo musical. Lo cierto es que aquel sonido que invadió Spook, y muchas partes del mundo, trajo consigo el llamado techno-pop en pleno auge, aquel que, según unos cuantos, inventaron los Front 242, allá por 1983-1984 (comentan que fue gracias a su “extended play” de “No comment”), aunque al parecer, los primeros en usar una aproximación al nombre y al estilo musical, antes que los Front 242, fueron Kraftwerk y DAF (Deutsch Amerikanische Freundschaft), donde estos últimos utilizaron tiempo antes el término «Körpermusik» (body music) en una entrevista para describir su sonido electrónico bailable del punk.

Los sonidos que se escuchaban en Spook, una fusión de muchos estilos, invadía las mentes y los corazones de aquellos que se dejaban caer por la que iba a ser la nueva discoteca de culto. Die Krupps, Nitzer Ebb, Borghesia, Neon Judgement, Laibach, Klinik, Skinny Puppy o Front Line Assembly, entre otros muchos grupos, fueron los que se escucharon en cabina durante aquellos inicios rompedores y vanguardistas en Valencia. Pero no solo era el EBM lo que inundaba las mentes de la gente. Quien iba a Spook podía encontrarse con sonidos art-pop, new beat belga, after-punk, rock gótico o house, entre otros.

Fuente: www.planetaindie.com
Fuente: http://www.planetaindie.com

Respecto al local, aquella vieja discoteca sesentera, San Francisco, fue transformada por Bernardino Solís, Enrique Chornet, Toni Garrido y Félix Gabaldón, éste último gerente y fundador (Spook Factory, 1984-1997) más conocido como “Félix Spook”, donde también llegaría a formar parte de este equipo Carlos Barrientos. Puede que a muchos no os suenen estos nombres, pero para otros, en aquel momento y todavía hoy, son parte de algunos de los grandes artífices de la “Movida Valenciana”, conocida, desgraciadamente, como “Ruta Destroy” o, finalmente y en su declive creada con una finalidad publicitaria por alguien del propio mundo, como “Ruta del Bakalao”.

Pero no cabe olvidar que Spook era un conjunto de personas, un equipo, y que todas ellas, desde su aportación en mayor o menor medida, fueron artífices del éxito del momento durante muchos años. Destacan nombres como Mariscal, que hacía los carteles de la sala; otros se dedicaban a tareas como la imagen, como es el caso de gente como Valentín Herráiz (el que diseño el logotipo), “Guayquemola” o Francis Montesinos; no faltaban los relaciones públicas, aquellos que tenían que dar a conocer la sala a un nivel más cercano, destacando casi por encima de todos al gran Clemente Martínez, entre todos los que han pasado por la sala en distintas épocas, sin desmerecer a nadie claro. Por cierto, el anagrama de «Spook» fue diseñado y creado por Antonio Garrido, en la barra de Duplex; y «Factory» por Miguel Angel Rey, decorador y diseñador de Spook Factory, tal y como nos comenta el propio Antonio Garrido.  

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El logotipo de Spook creado por Valentín Herráiz. El anagrama de «Spook» fue diseñado y creado por Antonio Garrido, en la barra de Duplex; y «Factory» por Miguel Angel Rey, decorador y diseñador de Spook Factory.

La experiencia de algunos de ellos, bien de gerentes o como cualquier otra faceta, venía avalada por ser propietarios de lugares como el pub Duplex en Canovas, Valencia, diseñado por Mariscal y donde era gerente Toni Garrido, o Triplex, una disco-garden de la población de Cullera. Tenían mucha idea de lo que hacían, aunque claro, no todo fue llegar y “besar el santo”. Al principio a la sala le costó de arrancar, a pesar del gran trabajo de relaciones públicas. Quizás fue porque el público, por entonces, estaba acostumbrado a otras dos grandes como Barraca o Chocolate, por no hablar de otros locales. Cabe recordar que Spook, al poco de su apertura en Pinedo, recibió la «inyección» que necesitaba para atraer gente gracias a que el ayuntamiento de Sueca condenó al cierre momentáneo a Barraca y Chocolate por un corto periodo de tiempo en 1984. El resto, fue el gran equipo que había detrás.

Pero claro, ¿qué sería Spook sin su música, aquella que la definió? Es aquí donde llegamos a una parte importante del equipo que conformaba la sala: los dj´s. Por la cabina de Spook Factory han pasado grandes, muy grandes. En sus inicios comenzaron Juan Torpedo y un nombre que marcaría época en cabina: Fran Lenaers.

Fran Lenaers en la actualidad.
Fran Lenaers en la actualidad.

También, en sus inicios, pincharía un tal Luis (que pasaría más tarde por Barraca) y Agustín (que marcharía a Pachá Castellón), aunque por poco tiempo. Estos dos últimos fueron quienes sustituyeron a Lenaers por una baja por accidente, al poco de abrir la sala. Al volver Lenaers, comenzaría una de las primeras etapas doradas de la sala. Una de las mejores entrevistas al dj mítico de la sala es la que le hacen en el blog de davidmartinsurroca.wordpress.com, donde Lenaers cuenta con todo lujo de detalles aquella época. 

El propio Lenaers participó de manera activa en decisiones como las reformas de la antigua San Francisco para la apertura de Spook en 1984, con decisiones como la ubicación de la cabina. Finalmente dejó de pinchar en Spook en 1988 por motivos personales, año en el que comenzó la siguiente etapa dorada de la sala (1988-1993), aunque en esta ocasión iría ligada al crecimiento de lo que comúnmente se conoce como “Ruta del Bakalao”, donde imperaban nuevos estilos, nuevas modas y donde la droga, el desfase, las muertes en carretera y el “todo vale” harían que, finalmente, muchas de estas discotecas desaparecieran, siendo una de ellas Spook Factory, que cerraría definitivamente en 1996.

Esta es una de las mejores sesiones que hay en YouTube de Spook, de 1989 (5º aniversario).
https://www.youtube.com/embed/AkAORxx7xog

Su segunda etapa dorada fue hasta 1993, momento en el cual estaba vigente, todavía, la «Ley Corcuera» o «Ley de la patada en la puerta», aquella que permitía registros “a mansalva” en el interior de las discotecas o lo que hiciera falta. Pero aquella ley no fue lo único que propició el declive de Spook y de tantas otras, fue la propia ruta la que se abocó a su destrucción, además de la presión de televisiones, medios de prensa, el propio gobierno (sobre todo) y, porque no, gran parte de la sociedad, ya que era la que sufría las consecuencias de manera directa, o indirecta, a través de algún conocido o familiar asiduo a la ruta. En aquellos días se produjeron detenciones, se crucificó la ruta y se comenzaría a “matar lentamente”, pero cuanto más rápido mejor, aquellos templos que fueron lugar de peregrinación para muchos durante los fines de semana.

Cabe decir que por cabina también han pasado gente como Pakito Vinilo, Juan Carlos Rucian, Jose Luis “El Nano”, Vicente Maffia, Maikel, que pinchó después de Fran Lennaers, Rafa Pastor, Fernando Fernández o Luis Bonías, entre muchos otros, aunque hayamos destacado al gran Fran Lenaers.

A pesar de que Spook cerraba sus puertas en 1996, la cueva nunca ha dejado de existir. Han sido numerosas las aperturas desde entonces, bajo otros nombres, como Rockola Pinedo o Sound Factory, por ejemplo, hasta 2005, momento en el cual el murciélago vuelve a resurgir y la sala vuelve a tomar en nombre Spook bajo una nueva filosofía y un nuevo equipo. A pesar de esto, todos los que desde su cierre hasta 2005 visitaban la sala, sabían que el murciélago nunca había muerto, que seguía muy vivo, dado que además de seguir celebrándose sus aniversarios, eran muchos los encargados de mantener viva la leyenda.

A día de hoy, el murciélago sigue dando guerra en las noches valencianas, aunque ahora se incluyen también diversas fiestas temáticas, que van desde Hotel82, Spektra Fm, Jose Coll, Lou Premium, Sound Factory, fiestas universitarias o, incluso, rememorar la mítica Spook Factory. Pero no solo sigue vivo físicamente. En las redes sociales, numerosos grupos de Facebook, por ejemplo, siguen rindiendo culto a aquella música que sonó en la cueva, además de grandes blogs como planetaindie.com en diversos artículos.

Las sesiones de los viernes, que fueron míticas por entonces, han estado de vuelta en 2016. Sesiones para recuperar esas gloriosas noches de aquellos que en moto viajaban hasta la pedanía de Pinedo para disfrutar del murciélago. La sala, con capacidad para 2500 personas, fue reformada íntegramente hace 4 años y bajo el nombre de Spook club VLC abre todos los fines de semana con diferentes fiestas. Y es que para muchos, el murciélago sigue muy vivo, y su cueva…bueno, su cueva sigue siendo el lugar de culto de trasnochadores. Podríamos escribir miles y miles de palabras de lo que aquello fue, pero seguramente vosotros seréis, testigos directos, quienes sepáis que el murciélago vive en cada uno de los que bailaron aquella música transgresora.

Puzzle

  • La última noticia de Puzzle fue de 2018, donde los organizadores del Medusa Sunbeach Festival, junto con los propietarios de la sala, habían previsto fecha de APERTURA OFICIAL para reabrir Puzzle el 20 de octubre de 2018, tal y como se mostraba en el Facebook Oficial de Puzzle International Club, y en http://puzzleenpuzzle.es/, donde se mencionaba que las entradas estarían a la venta en la web desde el 3 de septiembre de 2018. Por desgracia, la espera se ha hecho eterna puesto que ese día, el de la apertura, nunca llegó, y los dos informes que tenían que elaborar técnicos de la conselleria de Medio Ambiente y Territorio de la Generalitat Valenciana nunca llegaron, además de que sin mencionados informes la tramitación de los permisos por parte del ayuntamiento de Sueca se ralentizó y todo quedó en el aire. 
  • Se dijo que una vez se abriese la nueva Puzzle, tal como manifestó Andreu Piqueras en el pasado 2018 en diferentes medios de prensa, las sesiones prometerían sorpresas, queriendo adaptar nuevos estilos musicales y atrayendo dj´s internacionales a la mítica discoteca. La idea, por entonces, era que tan solo hubiese 8 sesiones anuales (nunca en verano, para no coincidir con el festival de Cullera), apostando por el mismo modelo que ya tienen otras discotecas de aperturas puntuales.
  • Tal y como se manifestó también a Valencia Plaza, el lugar donde se ubica Puzzle se trata de suelo no urbanizable y el uso comercial no está contemplado en la Declaración de Interés Comunitario que posee la discoteca hasta 2031, no pudiéndose dar salida al terreno para la ubicación del supermercado hasta la expiración de la licencia en mencionado año.
  • En 2020, en junio, la página oficial del Facebook de Puzzle cambió el nombre a Sunday International Club -la que fue la fiesta de los domingos de la sala Puzzle- donde se comentó que llevaban tiempo trabajando en eso durante mucho tiempo y que pronto quedarían las cosas mas claras a todos los niveles, pero que con el tema del COVID-19 se ha retrasado aún más.
  • La historia de su posible apertura comenzó con un vídeo que se hizo viral el pasado mes de enero de 2018, donde se veía el interior de la mítica discoteca Puzzle y cómo estaban barriendo en ella, lo que preveía la próxima apertura de la sala. Bajo el título de “hay amores destinados a ser para siempre”“las grandes cosas se elaboran lentamente” o “continuará…”, en un comunicado oficial, se reforzaba la vuelta del mito discotequero.

A medio camino entre Spook Factory -y la derribada The Face-, y la discoteca Barraca y Chocolate -la cual, esta última, a fecha de enero de 2022 está ultimando su próxima apertura-, encontramos un mito discotequero. Al menos lo que queda de ella. Para ser más exactos, este rincón se encuentra en el término municipal de El Perelló (una entidad local menor (ELM)​ perteneciente al municipio valenciano de Sueca), donde en el año 1975 nació una pequeña discoteca bautizada con el nombre de Búnker, o New Búnker, como hemos visto en algunas menciones históricas. Pocos podrían imaginar que años después, en el mismo lugar en 1985-principios de 1986, nacería una leyenda de la mal llamada Ruta Destroy o Ruta del Bakalao, un referente para la noche Valenciana: Puzzle.

Por entonces, sería Carlos Simó, ex-dj de Barraca, quien abriese como gerente de ésta mítica sala valenciana que fue un “soplo” de aire fresco en cuanto a iluminación, decoración y nuevas tendencias musicales (synthpop, techno-pop e incluso house). Por su cabina han pasado grandes dj´s nacionales e internacionales, además de ver a numerosos residentes, como uno de sus primeros disc-jokeys, Luis Bonías, procedente de la sala Triplex de Cullera, donde este mismo pasaría a pinchar en Pacha / Arena Auditorium y entre 1991 y 1993 residente en Spook Factory.

Pero no fue el único residente, dado que por allí, en aquella casa, pincharon Juan Jose Benaches; Kike Jaén, Jorge Cardona o los dos hermanos conocidos como Los Gemelos, Rafael Pérez & Javier Pérez. Puzzle fue un lugar innovador, de vanguardia, modernidad y elegancia. Todo un referente para las sesiones after-hours de los domingos por la mañana, las cuales tuvieron mucho éxito. Mencionar que incluso tuvo una época “dorada” (aunque con nuevas tendencias musicales y otros hábitos) en los años 2000, donde no hay que olvidar a personajes tan históricos de la noche valenciana como “La Faraona”.

Una imagen de hace años de la discoteca Puzzle

La discoteca echó el cierre definitivamente en 2011, el día 30 de octubre, a pesar de que ya hizo un amago en 2007. Incluso durante años se preveía la instalación de un supermercado Consum sobre lo que fue la antigua discoteca Puzzle para suplir al cercano y ubicado en El Perelló, para cubrir necesidades, pero no se llegó a realizar nunca porque el problema, al parecer, fue la actual legislación que se rige sobre el inmueble, por hallarse en terreno protegido de la Albufera (cabe mencionar que fue Juan Vidal, en inicio, quien tenía intención de abrir un supermercado, pero la crisis le obligó a dar marcha atrás y vender el inmueble, queriendo poco después Consum realizar el proyecto que finalmente no verá la luz).

En 2018, tras numerosos rumores, diversas publicaciones y un vídeo publicado el 15 de enero de 2018, además de cientos de comentarios, parecía ser que la discoteca volvería a ver la luz de nuevo, aunque nunca se supo todos los detalles de quién regentaría la sala, con que nombre nacería de nuevo y qué música sonaría en su cabina, a pesar de que hubo quienes se ha aventuraron en mencionar que la discoteca y el terreno había sido comprada por los actuales gestores y organizadores del Medusa Sunbeach Festival, ALAIA BUSINESS, S.L., quienes tienen gran experiencia en este mundo e invertirían una gran suma de dinero para recuperar algo que puede ser una mina de oro.

imagen que se filtró en enero de 2018 sobre la posible apertura de la discoteca Puzzle

Aquello quedo en anécdota, pues ya han pasado años -a fecha de enero de 2022- y Puzzle sigue cerrada. Todo parece indicar que si realmente vuelve a nacer Puzzle, posiblemente no se pueda volver al pasado ni vivir de la nostalgia, dado que los estilos musicales cambian y hay que adaptarse a las nuevas tendencias. Pero lo que sí es seguro es que si algún día ocurre, habrá una gran reforma que volverá a dar vida a una de las míticas salas valencianas de la mítica ruta.

ACTV

Mucho se ha escrito en torno a ‘la Ruta del Bakalao‘. Tanto que, contra el filón de audiencias que supone el enaltecimiento de cualquier hecho preinternet, existen desmitificaciones necesarias como las recogidas En Èxtasi (Joan M. Oleaque, Ara Llibres 2004) desde la no ficción, o Destroy (Carlos Aimeur, Drassana 2015) como novela que se desarrolla con el latido de la ‘música makina’ como telón de fondo. 

El libro de Oleaque concluye a través de su extenso reportaje coral que fue la masificación de la fiesta (o, mejor, su simplificación a negocio de masas) la que acabó con las ansias de modernidad de una generación joven, necesitada de distinguirse frente a su homónima en Madrid y Barcelona y desatada tras el cambio de régimen. Sin embargo o precisamente, fue un artista que había jugueteado con los límites de tolerancia durante el franquismo el que creó la marca que eternizó a ‘la Ruta’. Su nombre era Lorenzo Company, aunque todo el mundo le conocía como Quique Company. La marca, ACTV.

La relación artística de Company con Paco Bascuñán se exhibe ahora en La Nau de la Universitat de València con 150 piezas, en su mayoría inéditas. La ciudad se asoma así a los trabajos de ambos como ‘Escapulari-O‘, creados en la casa de la calle Bolseria en la que vivieron junto a Gabriel Forqués y Paco ‘el andaluz’. Las obras de arte, en algún caso conjuntas, sirven para unificar un legado que en palabras de Lupe Martínez, viuda de Bascuñán y comisaria de la exposición junto a María Giménz, «a veces cuesta distinguir entre las manos de uno y otro».

Bascuñán encontró a lo largo de los 70 su camino en el diseño, donde acabó siendo -miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Valencia- un referente todavía único. El oficio le unió a otros creadores en La Nave, icono ya no solo de la efervescencia valenciana de la época, sino germen de la cultura del diseño en la ciudad y especialmente vinculada a las instituciones y la empresa. Fue Bascuñán el que propició la entrada de Company en el local de trabajo situado en la calle San Vicente 200 de Valencia, y aunque el artista apenas haría trabajos de diseño propios, firmó la inmortal marca ACTV por su cuenta.

El catálogo de la exposición Suma y sigue lanzada por el IMPIVA (ahora IVACE), comisariada por el propio Bascuñán y Nacho Lavernia, documenta la firma de Company: «ejerció toda su vida de outsiderA principios de los años ochenta se encontró con un encargo que le ajustaba como un guante, o mejor una bota, a su personalidad. Diseñar la imagen de la discoteca ACTV que a partir de entonces se convirtió, prácticamente, en su único cliente, diseñando una cantidad enorme de soportes, sobre todo carteles, pero también postales, camisetas, merchandising en general, instalaciones o fanzines».

Elementos de trabajo para el desarrollo de la marca de Company

Elementos de trabajo para el desarrollo de la marca de Company

«Quique tenía alma de artista», resume Dani Nebot, también valenciano y tambén Premio Nacional de diseño y con el que ambos conformarían el estudio previo a La Nave llamado Enebecé. «Los únicos dos trabajos de marca que seguro hizo Quique fueron ACTV y el logo del Institut Valencià de Biomecànica, aunque este apenas duró un año o dos por una reintegración de los propios institutos». Nebot destaca el «arte combativo» de ambos, pero también el papel de Company en La Nave: «Quique y Luisito (Luis González) eran los dos extremos para nosotros, uno vinculado al arte y el otro a la experimentación. No tenían clientes propios, pero con ellos hacíamos cosas estupendas, a la vanguardia de lo que estaba sucediendo en España o en Europa. Veo sus trabajos y veo que conectaban con lo que en ese momento hacía Alberto Corazón o Diego Lara. Veo lo que hacían con Paco (Bascuñán) y hay que ver la relación que tenían con lo que hacían otros colectivos como Estampa Popular o Equipo Crónica». 

El origen de una marca en busca de la vanguardia

José Juan Belda, también miembro de La Nave y amigo de viajes y fiestas de todos los anteriormente citados, recuerda como Julio Andújar trató de buscar un nuevo rumbo para Casa Blanca (la parte superior de ACTV) yTropical. La marca llegaría en 1986, aunque lejos de la idea de su storytelling en torno al nombre (Actividades Culturales Termas Victoria), Belda se muestra convencido de que «toda la idea era hacer un juego de palabras entre AC, de corriente alterna, y TV, como guiño a la televisión». 

La intención encandiló a Company porque el dueño quería hacer de ACTV «una discoteca de culto, de club, en la que se pinchara la electrónica de vanguardia». Como dice el ya citado catálogo de Suma y sigue y confirma el propio Belda, «el mercado hizo que la discoteca se hiciera cada vez con música más monótona, más accesible para el público de ‘la Ruta’, lejos de las vanguardias». Sin embargo, «la marca no se tocó. Sirvió para crear mucho merchandising«. El citado González asegura que «no funcionó desde el principio porque la discoteca no iba como un tiro, pero la marca no era el problema».

Desde un catálogo de señalética

Company generó a través de collages trabajados con «un uso maestro de la reprografía», dicen Belda y González, una imaginería extensa para ACTV. Una marca con dos logos, por cierto: el logo de las cuatro siglas y el paréntesis partido y el logo del muñeco extraído de señalética de obra. «Ese fue el origen, un trabajo o un catálogo de señalética de obra y carreteras«, apunta Belda. Fue «durante algún proceso para la empresa Industrias Saludes. Es la imagen de una cabeza de alguna señal de obra o emergencia y las gafas me suena que eran del mismo catálogo, una especie de gafas de protección».

La imagen «funcionaba de maravilla con todo lo que sucedía dentro». El local que cerraba a una parte de ‘la Ruta’, abriendo desde el amanecer del domingo al mediodía, tuvo como nexo fundamental a Bascuñán. «Él diseñó los interiores y dijo cómo iba a ser en general la imagen, aunque la marca fue cosa de Quique», recuerda González. Él mismo diseñó alguna idea previa, aunque suyas fueron al final y únicamente las entradas. «El logo era una cosa muy moderna entonces. Abstracta y bestia. Para la gente del circuito, la marca no podía funcionar mejor. Al cabo de los años la veíamos pegada en coches, en camiones…».

El propio Company vivió la vigencia de la marca incluso antes de retirarse a Fuentes de Ayodar, su pueblo natal donde pasó sus últimos antes de fallecer prematuramente en 2005. En su localidad se celebró una exposición a partir de cuyo catálogo digital se aprecian trazas originales de sus obras que acabarían influyendo en la cartelería y elementos de diseño para ACTV.

Imagen de la exposición en La Nau

Imagen de la exposición en La Nau

Y la marca ha trascendido incluso su valor hasta el mundo de las redes sociales. Una página en Facebook recoge los audios de casette con grabaciones de sesiones en la discoteca, pero también buena parte de la imaginería de Company para carteles, collages y merchandising. Cerrada hace ya más de 20 años, apenas alguna discoteca le supera en número de seguidores. La marca es reconocible en buena parte de España, vinculada a sus siglas, aunque el origen y el motivo de su creación puedan ser difusos.

En la pasada década, una de las bandas más relevantes de música creadas en la misma ciudad, Orxata Sound System, reinterpretaban el logo y la fiebre por el merchandising volvía a inundar Valencia y a conectar generaciones. En 2013, la exposición en el MuVIM Ídolos del Pop recopilaba otra serie de carteles de Company y más soluciones de la marca. Ambos han supuesto los penúltimos precedentes hasta la apertura este jueves de la exposición en La Nau, donde los collages de Company y la marca presiden una de los espacios de la muestra visitable hasta el próximo 29 de mayo.

The Face

2017 fue un año negro para los nostálgicos de las discotecas. La mítica sala The Face fue derribada en el mes de junio, la que fue durante muchos años «el templo del House». Ese mismo año, en mes de abril, ocurrió el derribo de la mítica discoteca Arabesco.

Para muchos, como bien sabrán aquellos que visitaron la sala entre 1994 y 2004, los mejores temazos de house y las mejores fiestas tenían cabida allí, gracias a dj´s como Arturo Roger, Víctor Pérez, Nacho Ortíz, Rodi, Coqui Selection o Manolo el Pirata, ya fallecido hace años, entre otros. Su buen rollo, destacando por encima «el parking del The Face», lugar de reunión para miles de valencianos; sus tres pistas: principal, el cielo y la terraza «99 calamares»; o su ambiente colorido alrededor de su piscina, hicieron de The Face, la cara bonita de Pinedo, un referente durante muchos años.

La historia de esta discoteca, o mejor dicho de aquel lugar, se fraguó mucho antes. Fue allá por 1981 cuando, en el mismo solar que estuvo The Face se abrió al público Dream’s Village. El declive de aquella terraza de verano, de la que muchos hablan que fue la reina en la época de la Ruta, propició el nacimiento de otro mito en los 90, en 1992 según comentan (algunos dicen que 1991), bajo el nombre de «The Face». A pesar de que abriese en el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona, no sería sin embargo hasta 1994 cuando despertaría para dar cabida a una mítica época que será recordada por siempre. 

Pues no me he pegado yo fiestas en el parking nano. Allí rulaba de todo. Eso sí que eran fiestas y tiempos buenos, y no la mierda de discotecas que hay ahora. 

Palabras de «El Chino».

The Face cerró definitivamente sus puertas allá por el año 2004, aunque durante un par de años se celebraron eventos posteriores en el interior, como por ejemplo dar cabida, el 25 de diciembre de ese mismo año, al sonido Apache Xàtiva bajo el nombre «APACHE VALENCIA», que más tarde abrieron en febrero de 2005 (con otro nombre diferente) los propios dueños de Apache. El ir y venir de fiestas, con constantes cierres y parones, llegó a su fin en 2008, fecha en la que aún todavía se celebraron fiestas.

La entrada de The Face, haciendo cola la gente. Foto de Carlos Monsell Cisneros‎
La piscina de The Face. Foto de Nacho Ortíz
Interior de una de las pistas de The Face. Foto de Rodi Mislata Garcia

«Que tiempos aquellos de salir a las 12:00 o 13:00 de la tarde con el solecico con aquel careto, hacíamos honor al nombre de la discoteca».

Palabras de «El Careto».

Ese mismo año, la discoteca abrió la última noche de 2008, el 31 de diciembre, para dar la bienvenida al nuevo año. Las entradas, por entonces, se vendían a 45 € (donde se incluía cotillón, resopón, copa de cava, 5 consumiciones y entrada de Reyes), para volver a disfrutar de la que fue la «Reina del House» durante una década. En los meses siguientes, en 2009, se volvió a abrir en numerosas ocasiones, con fiestas continuas, llegando a abrir en temporada estival bajo el nombre de «The Face beach», convertida en terraza de verano, y meses más tarde, a finales de 2009 (en diciembre), como «Wanted».

«La pista de los Calamares era sencillamente increíble: decoración fashion, música house que no te permitía parar de bailar, gente guapa a saco…Casi me muero cuando cerraron.

Palabras de «La Noe».

Sin embargo, a pesar de que por entonces quisieron convertir a The Face en un espacio para las mejores fiestas, donde dieron cabida a la Nochevieja del 2009 con una fiesta recordando a «Giorgio Et Enrico» o fiestas de Spook Factory, la discoteca celebró su última fiesta el 27 de marzo de 2010 para recordar la música desde 1994 a 2004. Aquel cartel, convertido en flyer publicitario para coches como muchos mencionan, todavía puede verse en las redes sociales.

La última sesión de la discoteca The Face

Según cuentan y se lee en foros, la culpa de su cierre y dejadez viene dada porque cuando fue puesta en venta a un empresario, éste jamás pagó el montante de la operación, quedando así en ruinas y vacía hasta que, finalmente, fue derribada. Eso sí, hay que mencionar que la marca comercial sigue operando y celebra fiestas en honor a aquella década dorada que causó sensación en la noche valenciana.

Desde su abandono, y hasta su derribo, la sala estuvo totalmente abandonada sufriendo un constante saqueo. Y eso que durante un tiempo llegó a estar en buenas condiciones, hasta que fue pasto del pillaje de quienes se llevaban cualquier cosa de su interior, llegando a convertirse incluso en vivienda para algunos (okupas, por ejemplo, durante un tiempo) o lugar para realizar grafitis.

La estampa de quienes paseaban a diario muy cerca de ella, por el paseo marítimo de Pinedo, era ya habitual para muchos. Tanto que ya formaba parte del entorno en ese estado. Lo cierto es que, tras visitarla hace en abril de 2017, antes de su derribo, pudimos ver que apenas quedaban vestigios de lo que fue, tan solo la cara que daba a la playa, el único lugar donde todavía era visible el nombre de «The Face».

Discoteca The Face antes de su derribo. Fotos de valenciabonita.es (mayo de 2017).
Discoteca The Face antes de su derribo. Fotos de valenciabonita.es (mayo de 2017).
Discoteca The Face antes de su derribo. Fotos de valenciabonita.es (mayo de 2017).
Discoteca The Face antes de su derribo. Fotos de valenciabonita.es (mayo de 2017).
Discoteca The Face antes de su derribo. Fotos de valenciabonita.es (mayo de 2017).
Discoteca The Face antes de su derribo. Fotos de valenciabonita.es (mayo de 2017).
Discoteca The Face antes de su derribo. Fotos de valenciabonita.es (mayo de 2017).
Discoteca The Face antes de su derribo. Fotos de valenciabonita.es (mayo de 2017).
Vista aérea de la discoteca The Face antes de su derribo.

Tras su demolición en junio de 2017 por parte de su propietario, una entidad bancaria, a instancias del ayuntamiento porque amenazaba ruina (pero desde hace algún tiempo, y bastante oiga) todo fue historia. Nada queda en pie de aquella sala que marcó una década de fiestas, nacida en un tiempo donde la Ruta del Bakalao había consumido su último aliento, dando paso a una nueva generación de fiestas. Por cierto, el lugar que ocupaba The Face está en zona de dominio marítimo terrestre y sobre territorio del Parque Natural de la Albufera, el cual está totalmente protegido.

HEAVEN

Fuente: planetaindie.com
Fuente: planetaindie.com

Ya que hemos hablado de los after-hours, hay que hablar de HEAVEN, una discoteca en El Perelló que abrió sus puertas en el año 1989. Heaven fue la primera que abría sus puertas los domingos, con horario “innovador de apertura”: Las 6 de la mañana. Era punto de encuentro de aquellos que deseaban continuar la fiesta, incluso para aquellos que les encantaba la “cultura del parking” y que era de visita obligada a pesar de no entrar. Cuentan que la música allí estaba muy fuerte, tanto que el impacto que tu cuerpo sufría al entrar te llenaba de energía para continuar la fiesta, donde cobraba protagonismo las letras amarillas de la fachada principal.

La mítica discoteca echo su cierre definitivo en el año 1996, donde el último tema que sonó en Heaven fue “Children” de Robert Miles (vídeo creado por Planeta Indie).


DISTRITO 10

Fuente: lasprovincias.es
Fachada de Distrito 10 antes de su derrumbe. Fuente: lasprovincias.es

Aunque bien podríamos decir que no perteneció a la ruta, donde podríamos nombrar por ejemplo a Límite Local, es casi de obligada imposición en esta lista por el alcance que tuvo, donde muchos dicen que fue la mejor discoteca de Valencia. Yo, personalmente, el que aquí os escribe, nunca llegó a verla, donde os puedo decir que tan solo pude ver la fachada antes de que la echaran abajo y se construyera un centro universitario en su lugar.

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Distrito 10
Interior Distrito 10
Foto del interior de Distrito 10
Foto del interior de Distrito 10
Foto del interior de Distrito 10
Foto del interior de Distrito 10
Fuente: www.dolcecity.com
Lo que hay en la actualidad en el lugar donde estaba ubicado Distrito 10. Fuente: http://www.dolcecity.com

Distrito 10 abrió en 1982 y dos años después, en 1984 bajo la dirección de Tati Tamarit, consiguió el premio a la mejor discoteca de Europa. Se dice de ella que fue referente, y de fama internacional, donde llegaron a actuar famosos dj´s y otros personajes.

Costó, por aquel entonces, 350 millones de pesetas de la época, y desde el primer día se la comparaba con la mítica Studio 54 de Nueva York. Casi nada. Sus inversores eran valencianos, el constructor Salvador Benlloch, como máximo accionista, Carlos Vila (Don Carlos), Jonchu Ugarte (Ugartesa) y Manolo Otero. Cerró, definitivamente, en el año 1994.


NOD

Las fiestas grandes como aniversarios eran patrocinadas por CocaCola, la emisora 40 Principales y ONDA CERO de la zona. Los del techo son DJs en un aniversario poniendo música en el parking. Fuente: makineros.com
Las fiestas grandes como aniversarios eran patrocinadas por CocaCola, la emisora 40 Principales y ONDA CERO de la zona. Los del techo son DJs en un aniversario poniendo música en el parking.
Fuente: makineros.com
Fuente: makineros.com
Fuente: makineros.com
Fuente: makineros.com
Fuente: makineros.com

NOD, discoteca también llamada Don Julio en sus inicios, abrió en 1986 con el nombre de Bravatta y abierta más tarde como Don Julio, en 1988, para adaptar el nombre de NOD de una manera muy curiosa. Su dueño, Clemente Martínez, decidió quitarle al nombre la palabra «Julio», e invertir la primera palabra, «DON», dando como resultado NOD con la letra N al revés. Curioso. Bravatta fue abierta por Toni Vidal (el Gitano) tras su marcha de Chocolate y por la cabina de NOD ha pasado gente como Kike Jaén y Dj Nino.

Como podéis ver en las fotos anteriores, la cultura del parking estaba más que presente en la discoteca de Ribarroja, donde sus fiestas en el exterior eran más que habituales, así como las Paellas en la parte posterior, que eran la tónica habitual de esta discoteca que marcó tendencia y época.

Fuente: valenciabonita.es